Foto: internet
La descobijada que le dieron dirigente nacional del PAN Ricardo Anaya al exhibir su oneroso estilo de vida fuera de México, parece que pasar como otras cosas, al archivo del olvido toda vez que ni los políticos priistas y perredistas o de MORENA que buscan la misma posición que Anaya, no están en condiciones de señalarlo.
Si un joven de menos de 40 años es capaz de tener gastos familiares de más de 2 millones de pesos entre rentas, colegiaturas, viajes de avión y de mas gustos de una vida en Estados Unidos, que será de los viejos políticos que han vivido por más de treinta años brincando de puesto en puesto; de gubernatura a legislatura, y de legislatura al senado y de vuelta al partido que los vio nacer como servidores.
Por ello y ante la investigación que realizo el periódico El Universal, exhibiendo datos, cifras y altos costos, el público mexicano todavía debe creer que hoy Anaya duerma en el suelo del palacio municipal de Veracruz.
Claramente se observa que la escena donde el Niño maravilla está cubierto con una cobija de esas que incluyen los paquetes asistenciales, es un montaje para la foto, Su camisa, impecable luce hasta con línea de almidón planchado lo que denota que no existe el menor indicio de que están solidarizándose con los miles de veracruzanos suyas familias pasan la noche de toda su vida en contacto con la tierra, y sin fotografías.
Correligionarios del “Niño Azul” defienden a capa y espada lo inmaculado de su dirigente pero olvidan lo que por muchos años criticaron la inmoralidad de las fortunas del “Niño Verde”, de Jorge Kawaghi, los dispendios de los Hank en el Estado de México y del excéntrico político del mismo apellido en Baja california.
Muchos años el contraste en la forma de vida de los “cachorros del PRI sistema” hizo mella en las incipientes carreras políticas de los panistas que apenas hace 30 años accedieron al poder pero en esos seis lustros han superado las siete décadas que ocupó el gobierno tricolor la casona de Los Pinos
Hoy, vemos a políticos y grillos de nómina que ya no aguantan por publicar sus fotos en Europa; montados en carros de lujo, aunque en sus distritos y municipios no paguen pensión alimenticia a sus hijos de sus antiguas esposas; si, esas que tuvieron antes de vivir del erario público.
Es frecuente ver grupos de políticos tomándose fotos en paisajes naturales, en restaurantes de moda pagando cuentas facturadas a los gobiernos estatales o locales, o e fiestas organizadas por millonarios con tal de obtener cinco minutos de fama en los muros de FaceBook o en una página pagada en la sección de sociales de periódicos y revistas.
Hace 12 años, en Tijuana era impensable que un panista se vistiera con el color escarlata del “maligno”; si, ese que apareció en las pesadillas de candidatos del 2004 vestidos de la “marea roja. Una marea que significaba contaminación, infección, cáncer y muerte. Hoy “todos somos Xolos”, formado parte de los 33 mil 333, aficionados del inmueble propiedad del enemigo público número uno, pero hoy el prominente empresario, altruista, visionario y amigo de todos en Baja California.
Foto: internet
Por ello si el dirigente panista que aspira a la presidencia de México vive como rico, fuera del país que pretende gobernar y su modo de vida es diametralmente opuesto al grueso de los habitantes que seguramente desconoce, qué más da que sus militantes vivan en la justa medianía que preguntan en los trípticos de campaña. Si esa medianía que se mide de la mitad hacia arriba y que cada vez es más insultante para los mexicanos.
Qué importa que haya municipios y estados endeudados por gobernantes ricos, que se dan vida de reyes, pero en esos estados no hay que ir a pernoctar en los edificios públicos, porque ya tiene comprometidas a las nóminas para que el día de las convenciones internas la cargada vote por “Niño Rico” de México.
ColumnadeelAngel 
Posted on noviembre 8, 2016
0